Por Arturo Gutiérrez
CDMX, 17 agosto 205. El gobierno de la Ciudad de México anunció una inversión de 50 millones de pesos para renovar el drenaje en varios puntos críticos de Iztapalapa, particularmente en la avenida Las Torres y zonas circundantes, donde en días recientes se detectaron sendos socavones y hundimientos.
Aunque la cifra suena significativa, el fondo del asunto es mucho más alarmante: esa cantidad se destinará a reparar una infraestructura que colapsó por falta de atención durante décadas.
Las autoridades locales reconocen que las tuberías tienen más de 40 años de antigüedad y que su desgaste ha provocado no solo socavones sino también recurrentes inundaciones en colonias enteras. En otras palabras, lo que se presenta como una inversión estratégica es, en realidad, un gasto necesario para corregir un problema histórico de abandono.
Esta situación no es exclusiva de Las Torres. En los últimos días también se registraron hundimientos en la colonia José López Portillo, Bahía de San Lorenzo y Zaragoza.
El patrón se repite: zonas populares, con alta densidad poblacional y mínima inversión pública en infraestructura básica.
Las obras anunciadas incluyen estudios topográficos y rediseño del sistema de drenaje, pero no hay un cronograma transparente ni se ha informado sobre un plan de mantenimiento a largo plazo.
Mientras tanto, los vecinos siguen en alerta, sabiendo que, aunque hoy se inviertan millones, los daños ya están hechos… y podrían repetirse si no se replantea la política urbana y de infraestructura en la capital.














