“Raúl Basulto: del espejismo de las Utopías al colapso de la realidad”
Por HHR
CDMX, 05 noviembre 2025.- En política, los fantasmas del pasado rara vez se disipan. En el caso del actual secretario de Obras y Servicios de la Ciudad de México, Raúl Basulto, esos fantasmas tienen nombre y forma: las Utopías de Iztapalapa, aquellos proyectos que en el papel prometían transformar el oriente de la ciudad en un oasis de recreación, cultura y bienestar, pero que en los hechos dejaron más dudas que resultados, más cemento que comunidad.
Durante su comparecencia ante el Congreso capitalino, Basulto fue señalado por el coordinador de Movimiento Ciudadano, Royfid Torres González, por los rezagos, errores de planeación y falta de concertación ciudadana que hoy exhiben las obras públicas de la ciudad. El diagnóstico es demoledor: socavones, calles intransitables, drenajes colapsados y obras detenidas que retratan el desorden técnico y administrativo de una dependencia que debería ser el motor del desarrollo urbano.
Torres lo dijo sin rodeos: “A usted le toca enfrentar una ciudad que ha venido acumulando el rezago, que hemos priorizado lo urgente por lo estratégico.” Y en efecto, lo urgente —tapar baches, hacer Utopías, improvisar drenajes, “apagar incendios”— se ha impuesto sobre la planeación a largo plazo.
Pero lo más preocupante no es el rezago heredado, sino la ineficiencia reproducida: los mismos vicios que se gestaron en la alcaldía Iztapalapa bajo la gestión de su actual jefa, Clara Brugada, cuando él era funcionario local parecen haberse trasladado ahora al nivel central.
Las Utopías: un sueño caro
Basta recordar el caso de las Utopías, esos espacios que fueron presentados como el modelo de una ciudad donde cada habitante podría acceder a servicios culturales y deportivos sin recorrer grandes distancias. La idea suena progresista, casi poética. Pero las denuncias por manejos irregulares de recursos, obras inconclusas, y falta de consulta vecinal han puesto en entredicho el sueño de Brugada.
Como se lo recordó el diputado de Movimiento Ciudadano durante su intervención en la comparecencia de Basulto, solo 11 Utopías están en construcción, muchas enfrentando oposición vecinal y retrasos administrativos. Lo que en su momento se prometió como un emblema de innovación urbana se ha convertido en un símbolo de improvisación y opacidad.
Del drenaje al desastre
Las lluvias recientes terminaron de exhibir la fragilidad de la infraestructura capitalina. Colonias enteras quedaron bajo el agua, los socavones se multiplicaron, y el bacheo —esa vieja promesa de cada administración— volvió a ser noticia. Nada de esto ocurre por casualidad. Los socavones no se forman en un día, como advirtió el legislador de MC; son el resultado de años de negligencia, de una red de drenaje sin mantenimiento y de una Secretaría que opera sin estrategia ni diagnóstico real del subsuelo capitalino.
El costo de no escuchar
Basulto parece no haber aprendido una lección básica de la administración pública: las obras sin diálogo terminan siendo imposiciones, no soluciones. La falta de concertación ciudadana en proyectos sobre Calzada de Tlalpan y otras zonas ha provocado resistencia social y desconfianza. Cuando las máquinas llegan antes que la información, la ciudadanía ve cemento donde debería haber consenso.
De las Utopías al desencanto
La comparecencia en el Congreso no fue solo un examen técnico: fue un juicio político. Y el veredicto, aunque no oficial, es claro. El secretario de Obras arrastra un historial que lo persigue: ineficiencia, opacidad y falta de planeación.
Lo que alguna vez se vendió como una “utopía urbana” terminó convertida en una distopía cotidiana: calles colapsadas, obras sin terminar, presupuestos difusos y vecinos cansados de esperar.
En vísperas de que la Ciudad de México se prepare para el Mundial de Futbol 2026, la infraestructura capitalina sigue sin rumbo. Y la pregunta inevitable es: ¿será capaz Raúl Basulto de construir algo más que utopías?














