Por Arturo Gutiérrez
CDMX, 30 diciembre 2025.- A días de entrar en vigor la nueva separación de basura en tres fracciones, el Gobierno de la Ciudad de México reconoció que la medida se basa en la “buena voluntad” ciudadana, sin sanciones definidas, con dudas operativas y resultados proyectados hasta 2026 o incluso 2030.
Clara Brugada defendió el arranque de la separación obligatoria de residuos a partir del 1 de enero, pese a que periodistas documentaron confusión generalizada entre la población y temores de que la basura vuelva a mezclarse en los camiones recolectores.
La mandataria admitió que los nuevos contenedores entregados son principalmente “formativos” y que la campaña será de largo plazo, con resultados esperados hasta finales de 2026. A largo plazo, la meta oficial se extiende hasta 2030, cuando se espera reciclar apenas el 50% de los residuos diarios de la ciudad.
Aunque el gobierno anunció la compra de 50 nuevos camiones de limpia, no se presentó un monto de inversión detallado ni un plan claro de supervisión para evitar que los desechos separados terminen nuevamente revueltos en las estaciones de transferencia.
Sin sanciones claras, con trabajadores de limpia aún en proceso de capacitación y con una campaña que arranca en periodo vacacional, la nueva política ambiental inicia más como una apuesta discursiva que como una estrategia con resultados inmediatos.















