Por Arturo Gutiérrez
CDMX, 30 diciembre 2025.- El gobierno de Álvaro Obregón presume haber cruzado “fronteras” al lanzar el microsatélite MXÁO-1 desde Estados Unidos. Sin embargo, cruzar fronteras no significa resolver problemas, y a casi un mes del lanzamiento, los beneficios concretos para los habitantes siguen siendo teóricos, no comprobables.
Las autoridades hablan de monitoreo ambiental, seguridad y planeación urbana, pero no existe un solo informe público que muestre cómo esta tecnología ya está mejorando la vida cotidiana de quienes viven en barrancas, zonas de riesgo o colonias con alta incidencia delictiva. Todo se mantiene en el terreno de las promesas.
Como ocurrió con otros proyectos de alto costo y bajo impacto social en distintas entidades del país, el satélite corre el riesgo de convertirse en un símbolo de despilfarro tecnológico y económico para beneficio personal, donde el discurso futurista sirve para justificar una inversión cuyo impacto real aún no se ve ni se siente en las calles.















