Redacción
Ciudad de México, julio 2025 – La iniciativa sobre Menstruación Digna, impulsada por la diputada de Morena Rosario Morales, se perfila para ser aprobada en agosto. Sin embargo, aunque el discurso es de equidad y justicia social, críticos del sector educativo y especialistas en políticas públicas plantean dudas sobre su implementación real.
El texto legal adicionará la fracción XIII Bis al artículo 111 de la Ley de Educación capitalina, pero no especifica los criterios médicos, administrativos ni pedagógicos para emitir los justificantes. ¿Quién evaluará los síntomas? ¿Bastará con una declaración de la alumna? ¿Habrá capacitación a los docentes o personal directivo?
“Una ley sin reglas claras se vuelve letra muerta o, peor aún, una excusa para prácticas arbitrarias”, advierte Mariana Gómez, consultora en políticas de género. Si bien la medida es bienvenida desde una perspectiva de derechos, organizaciones feministas han señalado la urgencia de políticas integrales: acceso a productos de gestión menstrual, educación menstrual en las aulas, y atención médica o psicológica.
A pocos días de la discusión en el pleno, la pregunta no es si se aprobará –porque hay mayoría oficialista– sino si su aplicación será efectiva, o simplemente una victoria simbólica para la bancada de Morena.














