Por: Danae Rodríguez
Ciudad de México | 3 de agosto de 2025
Mientras el diputado de Morena, Alberto Vanegas celebra su iniciativa de prohibición de vapeadores como una victoria en salud pública, diversos expertos advierten sobre los riesgos de medidas punitivas sin estrategias de prevención reales.
La reforma al artículo 9 de la Constitución capitalina y los cambios a la Ley de Salud local buscan castigar toda actividad vinculada con cigarrillos electrónicos y dispositivos similares. Sin embargo, la iniciativa no incluye mecanismos educativos, ni programas de concientización, mucho menos opciones de ayuda para consumidores actuales, particularmente adolescentes.
Organizaciones como México Unido Contra el Tabaquismo señalan que una política basada exclusivamente en la prohibición genera mercados ilegales, sin control sanitario ni fiscal. “El problema no es el dispositivo en sí, sino su acceso indiscriminado y el vacío en políticas educativas”, opinó la doctora Alejandra Barrera, especialista en salud pública.
Además, la decisión de Vanegas contrasta con políticas de reducción de daños aplicadas en países como Reino Unido o Nueva Zelanda, donde los vapeadores han sido regulados como herramienta para dejar el cigarro convencional.
Morena, por su parte, ha reiterado que la industria no debe marcar la agenda legislativa. Pero hasta ahora, la propuesta no ha sido acompañada de estudios técnicos ni foros públicos de debate.














