Redacción
- La Fiscalía presume una eficiencia récord en secuestros, pero la relación entre casos reportados y judicializados abre más dudas que certezas.
CDMX, 05 agosto 2025.- Durante su presentación en el Informe Mensual de Seguridad, Bertha Alcalde, titular de la FGJCDMX, destacó con orgullo que la Fiscalía alcanzó una eficiencia ministerial del 1,820% en la atención al delito de secuestro. Esta cifra resulta de comparar los cinco casos registrados en 2025 con las 91 judicializaciones realizadas en el mismo periodo, muchas de ellas vinculadas a hechos del pasado.
Aunque a simple vista puede parecer un logro extraordinario, esta desproporción llama la atención. ¿Cómo se puede hablar de una eficiencia tan alta cuando el número de secuestros actuales es tan bajo? ¿No es esto una forma de presentar como “avance” el procesamiento tardío de casos rezagados? Esta práctica podría reflejar más una estrategia de contabilidad política que una mejora real en la procuración de justicia.
Según el Observatorio Nacional Ciudadano y diversas ONG, la justicia para víctimas de secuestro en México continúa siendo irregular, con sentencias que tardan años o que no se concretan por errores en el debido proceso. El simple hecho de judicializar un caso no garantiza ni reparación del daño ni castigo efectivo. Además, no se aclaró cuántas de estas judicializaciones derivaron en condenas, lo cual es esencial para medir resultados tangibles.
En un contexto donde las instituciones de justicia enfrentan una constante crisis de legitimidad, reportar eficiencias desmesuradas puede tener un efecto contraproducente: alimentar el escepticismo ciudadano y reforzar la percepción de que los números están más pensados para convencer que para informar.














