Por Arturo Gutiérrez
CDMX, 18 agosto 2025.- Con la aprobación del artículo 855 Bis y otras reformas al Código Civil capitalino, el Congreso local impone una obligación jurídica generalizada de respetar la vida animal y garantizar su bienestar, adecuando la legislación a los más altos estándares de protección animal.
Esta reforma obliga al Estado y a los ciudadanos a considerar las características biológicas y necesidades específicas de cada especie, lo que podría tener efectos sobre regulaciones en tenencia responsable, alimentación, salud, espacios, movilidad y espectáculos con animales.
La diputada Elvia Estrada Barba, del Partido Verde, impulsora del dictamen, explicó que esta reforma “no es un simple ajuste técnico, sino un acto de congruencia jurídica, justicia y humanidad”. Afirmó que el maltrato animal ya no puede seguir siendo tolerado ni culturalmente normalizado. Esta transformación implica que el Estado asume una responsabilidad activa para garantizar el bienestar animal, lo que podría impactar políticas públicas en salud, educación, medio ambiente y procuración de justicia.
A nivel internacional, organismos como la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) y la ONU han promovido desde hace años la inclusión de principios de bienestar animal en la legislación de los países miembros. En México, el maltrato animal es un problema persistente: según cifras del INEGI y de asociaciones protectoras, más de 500 mil animales son abandonados cada año en el país, y el 70% de los perros en la calle alguna vez tuvieron un hogar.
Con esta reforma, se endurecen las bases para una eventual responsabilidad penal y civil, tanto de particulares como de autoridades que omitan proteger a los animales o permitan situaciones de maltrato estructural.














