Por Arturo Gutiérrez
Ciudad de México, 25 de septiembre de 2025 – El Congreso capitalino dio luz verde a una polémica reforma constitucional que otorga al Senado la atribución de ratificar los ascensos a altos mandos de la Guardia Nacional. La minuta, parte del proyecto nacional de reforma a los artículos 76 y 78 de la Constitución, recibió críticas por consolidar la lógica castrense dentro de un cuerpo de seguridad que, en principio, tiene tareas civiles.
El legislador Mario Enrique Sánchez (PAN) fue enfático: “Esta reforma no democratiza al Congreso, sino que oculta una consolidación del poder militar bajo una fachada de control civil”. Su postura fue compartida por diversos congresistas de oposición, quienes alertaron sobre el debilitamiento del equilibrio de poderes y la profundización del mando militar en tareas de seguridad interna.
Por su parte, legisladores oficialistas insistieron en que se trata de una medida de institucionalización y rendición de cuentas. “La paz no se impone, se construye con justicia y con instituciones sólidas”, dijo la diputada Luisa Fernanda Ledesma (MC), aunque advirtió que la reforma es insuficiente si no se fortalece a las policías locales.
La reforma se da en un contexto de creciente crítica internacional y nacional al modelo de seguridad implementado desde 2018, donde la militarización ha sido la respuesta prioritaria frente a la inseguridad y el crimen organizado.














