Por Arturo Gutiérrez
Ciudad de México.— Con la presentación de un nuevo dictamen en materia de discriminación, el Congreso reafirmó su postura de cero tolerancia contra el racismo, particularmente aquel que afecta a las comunidades afromexicanas.
La diputada Jannete Elizabeth Guerrero Maya afirmó que el país no puede seguir ignorando la violencia simbólica y social que viven miles de familias a causa de prejuicios raciales. “El racismo en México existe y es estructural. Por ello, como Estado tenemos la obligación de arrancarlo desde su origen”, sostuvo.
La iniciativa presentada establece como acto discriminatorio cualquier expresión verbal, visual o simbólica que reproduzca estereotipos étnicos o raciales, una medida que armoniza el marco legal con estándares internacionales de derechos humanos.
De acuerdo con la legisladora, la discriminación hacia personas afrodescendientes continúa manifestándose tanto en espacios públicos como en instituciones, por lo que es indispensable que el aparato legal reconozca estos actos y permita sancionarlos.
El dictamen fue bien recibido por diversas organizaciones civiles que han venido acompañando la visibilización de los derechos afromexicanos. Su aprobación podría sentar un precedente para futuras políticas públicas contra el racismo en el país.















