Por Arturo Gutiérrez
CDMX, 17 agosto 2025.- El nuevo proyecto de reforma constitucional promete sentar las bases para un sistema integral de cuidados en la Ciudad de México. Entre sus pilares se encuentran el reconocimiento de los cuidados como un derecho humano, la eliminación de estereotipos de género en su asignación y la valorización económica de estas actividades invisibles por siglos.
Sin embargo, la propuesta llega incompleta, ya que la ley secundaria, pieza fundamental para su implementación, aún no tiene fecha precisa para su presentación. Fuentes legislativas indican que se espera «en los próximos días», pero no hay confirmación oficial.
¿Qué implica esto? Sin ley secundaria no hay presupuesto, no hay mecanismos institucionales ni rutas claras de acción. La reforma corre el riesgo de convertirse en un acto declarativo, útil para el discurso político pero sin efectos tangibles para quienes brindan o requieren cuidados.
Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), en México, 9 de cada 10 personas que se dedican al cuidado no remunerado son mujeres, lo que profundiza las desigualdades estructurales en el acceso al empleo, salud y tiempo libre.
Sin ley secundaria ni recursos etiquetados, el «derecho al cuidado» puede quedar atrapado en el papel.














