Por Arturo Gutiérrez
Ciudad de México – El Partido Verde en la capital organizó un evento de boxeo en Iztapalapa, una de las alcaldías con mayor densidad poblacional y mayores carencias de infraestructura deportiva. Bajo el argumento de “recuperar espacios para los jóvenes”, el acto tuvo más de mitin que de política pública.
El espacio, antes abandonado, fue habilitado como sede de una jornada de 16 peleas de box entre jóvenes promesas locales. La asistencia de más de 150 personas reflejó el interés comunitario. No obstante, la fuerte presencia de líderes del Partido Verde y los discursos cargados de autoelogio encendieron alertas sobre el uso político de estas acciones.
El coordinador de los diputados del PVEM, Manuel Talayero Pariente, aseguró que “esto apenas comienza” y que llevarán más proyectos similares a otras zonas. Sin embargo, ni él ni el director deportivo del partido ofrecieron detalles sobre continuidad, recursos permanentes o estrategias de seguimiento.
Recuperar un espacio está bien. Usarlo como escenografía para reforzar liderazgos políticos es otra cosa. Si no hay transparencia en la ejecución de estos proyectos, ni evidencia de que se mantendrán en el tiempo, el riesgo es que este tipo de actos solo maquillen el abandono que históricamente han sufrido estas colonias.
La juventud de Iztapalapa merece más que una pelea por los reflectores.













