Por Arturo Gutiérrez
CDMX, 07 noviembre 2025.- El diputado panista Diego Garrido encendió el debate político en el Congreso de la Ciudad de México al presentar una iniciativa que busca poner fin al chapulineo parlamentario, práctica que —según denunció— “se ha convertido en un mecanismo sistémico de fraude electoral y de mayorías simuladas”.
Durante su intervención, Garrido acusó que el transfuguismo legislativo debilita la oposición, distorsiona la voluntad ciudadana y favorece a la mayoría oficialista, al permitir que legisladores electos bajo unas siglas se sumen a otras bancadas una vez iniciada la legislatura.
“El chapulineo roba votos, roba recursos y roba legitimidad. Es un truco político que convierte la voluntad ciudadana en un instrumento de manipulación institucional”, sentenció el legislador.
La propuesta busca reformar la normatividad interna del Congreso local para impedir que un diputado o diputada pueda integrarse a otro grupo parlamentario distinto al de su postulación. Con ello, se busca evitar el uso político del cambio de bancada como herramienta de negociación o recompensa.
Garrido recordó que esta práctica ha sido recurrente en la historia reciente del Congreso capitalino, donde algunos legisladores han cambiado de grupo para influir en votaciones clave o para alinearse con la mayoría.
Asimismo, destacó que países como India, Panamá y República Dominicana ya han adoptado legislaciones antitransfuguismo que garantizan la estabilidad parlamentaria y la coherencia de los partidos.
El diputado cerró su intervención con un llamado a sus colegas:
“La curul se debe a la plataforma y a la gente que votó por ella. No debe ser más un trampolín para ambiciones personales ni un premio de consolación política”.














