CDMX, 01 agosto 2025.- El Congreso de la Ciudad de México clausuró el Primer Parlamento de las Personas Jóvenes en medio de un ambiente festivo. La diputada Frida Guillén Ortiz, del PAN, elogió la “madurez, compromiso y capacidad de diálogo” de los 69 jóvenes participantes. Sin embargo, el evento, que debía ser un ejercicio ciudadano y plural, dejó entrever el protagonismo partidista que lo atravesó.
El Parlamento Juvenil se estructuró con tres bancadas: Azul, Naranja y Apartidista, replicando esquemas partidarios que, paradójicamente, muchos jóvenes cuestionan por ser excluyentes y rígidos. Aunque la participación fue abierta, las dinámicas legislativas se parecieron demasiado a las del Congreso tradicional.
“Fue una experiencia increíble, pero sí notamos que había guías políticas muy marcadas desde los partidos organizadores”, comentó un participante que pidió omitir su nombre.
La diputada Frida Guillén, en su calidad de presidenta de la Comisión de Juventud, centralizó la conducción del evento. Aunque su liderazgo fue reconocido por los participantes, también dejó en claro el carácter institucionalizado y partidario del ejercicio.
“Los jóvenes no necesitan representar colores para tener ideas. La política juvenil debe escapar del clientelismo de siempre”, señaló Karla Andrade, activista juvenil y exintegrante de colectivos estudiantiles.
El reto hacia adelante no es menor: crear espacios de participación verdaderamente horizontales y apartidistas que reconozcan a las juventudes como sujetos políticos plenos, no solo como invitados especiales en estructuras controladas.














