Por: Arturo Gutiérrez
CDMX, 21 agosto 2025.- Más que un programa social, la entrega de mochilas y útiles escolares realizada por el diputado Juan Rubio Gualito pareció un evento de promoción personal. La rifa fue transmitida en vivo desde su cuenta de Facebook, donde, según su equipo, se registraron aproximadamente 300 espectadores simultáneos, más de mil comentarios y múltiples interacciones.
Sin embargo, el verdadero alcance del evento no se mide en clics ni en “me gusta”, sino en impacto social. Y ahí es donde la acción queda corta: 3,000 boletos entregados, pero solo 100 apoyos efectivos. El 97% de las familias que participaron no recibió nada.
A esto se suma la creciente tendencia de algunos legisladores a utilizar redes sociales para disfrazar asistencialismo con marketing político. La plataforma digital se convierte en escenario para el lucimiento del funcionario, mientras los problemas estructurales —como la falta de programas escolares sostenibles— se diluyen en sorteos mediáticos.
Lo preocupante no es solo la forma, sino el fondo: ¿estamos ante una política pública o ante un evento para sumar seguidores?














