Por Arturo Gutiérrez
CDMX, 25 agosto 2025.- Luego de que Eduardo Cervantes advirtiera públicamente que Morena podría perder varias alcaldías clave en el proceso electoral de 2027, Héctor Díaz Polanco, actual dirigente del partido en la CDMX, respondió con entusiasmo: “El desarrollo de las actividades en nuestras alcaldías es estupendo”. Aseguró que están haciendo un “magnífico trabajo” y que el partido vive una etapa de fortalecimiento.
La respuesta, sin embargo, evita cualquier forma de autocrítica. Ni una sola mención a los desafíos territoriales, las deficiencias en servicios o los crecientes reclamos ciudadanos en esas demarcaciones. En lugar de evaluar las alertas, se impone una narrativa optimista y triunfalista.
- La falta de autocrítica refleja un modelo político que privilegia la imagen sobre la realidad operativa.
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La preocupación por el desgaste local es legítima: en 2024, Morena perdió terreno en zonas urbanas donde antes tenía dominio. Ignorar eso es riesgoso.
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Minimizar advertencias internas puede provocar que el partido repita errores, especialmente si cree que la lealtad partidaria es más importante que el desempeño territorial.
Negar los síntomas de desgaste solo acelera el deterioro electoral. Las alcaldías no se ganan con discursos, sino con resultados visibles para la ciudadanía.














