Redacción
Ciudad de México, 31 de julio de 2025 — La sorpresiva llamada entre la presidenta Claudia Sheinbaum y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que culminó en una prórroga de 90 días para el alza arancelaria, ha generado reacciones encontradas. Mientras la mandataria capitalina Clara Brugada celebra el resultado como una victoria diplomática, sectores económicos piden cautela ante un pacto que podría romperse con la misma rapidez con la que se anunció.
La historia reciente demuestra que la política comercial de Estados Unidos, bajo el liderazgo de Trump, ha sido volátil y poco predecible. En ese contexto, un acuerdo verbal de corto plazo podría ser visto más como una concesión estratégica para evitar daños inmediatos que como una solución estructural.
La falta de detalles sobre el contenido del acuerdo también despierta inquietudes. ¿Qué compromisos ha asumido México durante estas conversaciones? ¿Existe un marco de seguimiento o verificación? Hasta el momento, la comunicación oficial se ha limitado a destacar el “logro”, sin precisar los términos negociados.
En un contexto global marcado por tensiones geopolíticas y disputas comerciales, los analistas instan al gobierno mexicano a no depender de acuerdos momentáneos, sino a construir una política exterior comercial más sólida, con visión de largo plazo.















